Una de las respuestas más atractivas frente a las crisis estructurales recurrentes y cada vez más profundas, es la que se ha denominado como: Desarrollo Sustentable (DS); es decir, “un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”.
Es una nueva vertiente de pesquisa e investigación que expresa la necesidad de nuevos enfoques y la interdisciplina, que nos permita explicar las interrelaciones complejas y dinámicas entre los procesos políticos, sociales, económicos, tecnológicos, ambientales e institucionales.
Nuestro desarrollo futuro es un gran desafío para la comunidad académica, sin olvidar nuestras peculiaridades culturales para no lanzarnos estérilmente a copiar modelos que han sido el fruto maduro de otra realidad cultural y que subyacen debido a la modalidad del llamado “desarrollo” que intentamos seguir. No se trata de reproducir la misma modalidad de crecimiento defectuoso que originó la crisis económica, donde la pobreza mayoritaria va estructuralmente unida a la escasez.
Es una nueva vertiente de pesquisa e investigación que expresa la necesidad de nuevos enfoques y la interdisciplina, que nos permita explicar las interrelaciones complejas y dinámicas entre los procesos políticos, sociales, económicos, tecnológicos, ambientales e institucionales.
Nuestro desarrollo futuro es un gran desafío para la comunidad académica, sin olvidar nuestras peculiaridades culturales para no lanzarnos estérilmente a copiar modelos que han sido el fruto maduro de otra realidad cultural y que subyacen debido a la modalidad del llamado “desarrollo” que intentamos seguir. No se trata de reproducir la misma modalidad de crecimiento defectuoso que originó la crisis económica, donde la pobreza mayoritaria va estructuralmente unida a la escasez.